13.6.06

Reverencio y la Luna (por Kàulion)


Tampoco hay que escribir por escribir, pero si se trata de escribir algo, lo importante es ir directo al asunto sin perderse por los cerros de Úbeda, sin dar rodeos o vueltas a la manzana.
El protagonista de la historia de hoy lo conocí poco después de que el hombre hubiera subido por primera vez a la Luna.
-¿Y ahora cómo bajo?- Le preguntó a Reverencio.
-Pues como subiste tendrás que bajar, y si no no haber subido.-
Está claro que a Reverencio no le gustaba la gente que se complicaba con cosas como por ejemplo............
...........subir a la Luna.

-¿Usted se cree que se puede gastar tanto dinero para ir a un sitio donde saben de sobra que no hay nada?- me preguntó.
-Porque saben de sobra que no hay nada.
¿Qué andan buscando, marcianos? pues que se hubiesen ido a Marte, pero claro, allí no van porque està muy lejos y les sale muy caro.
Y que se supone que iban a hacer cuando llegasen a la luna?
Pues darse la vuelta y volver por donde habían llegado porque encima no se llevaron ni una triste sombrilla y según pega allí el sol...
Y claro, allí árboles ni uno.
¡La verdad es que hay gente que piensa con los pies!-

¿Qué podía decir yo ante un discurso tan claro y abrumador?
Lo único que se me ocurrió preguntarle a Reverencio fue si había pensado alguna vez en trabajar para la Nasa.

-Me han llamado varias veces,- me dijo- pero no me gusta trabajar con incompetentes, y además ¿A quién le iba a dejar la ferretería? Porque mi hijo aun es muy joven y además él lo que tiene que hacer es estudiar, que el trabajo en las ferreterías está muy en el aire porque con el plástico no se donde vamos a ir a parar. Que si tornillos de plástico, que si calderos de plástico,que si puertas de plástico, que si pamplinas de plástico.
Fíjese usted que ahora hasta el plástico lo hacen de plástico.
Pero ya veremos donde acaba todo esto porque en cuanto venga un verano un poco caluroso... y eso que no estamos en la Luna.

Nunca supe si Reverencio me hablaba en serio, pero estoy seguro de que si hubiese sido él quién hubiese subido a la Luna las cosas ahora serían de otra manera.