26.1.06

Gunter, también llamado Friederich.

Su nombre era Friederich aunque yo habìa decidido llamarle Gunter.
La verdad es que Gunter me parece un nombre màs adecuado para un alemàn, lo que no quiere decir que todos los alemanes tengan que llamarse Gunter, ademàs Gunter era un aleman atìpico.
Apareciò un dìa por el convento y hasta que no llegamos a la sobremesa de la cena no conseguimos averiguar algo sobre quien era, de dònde venìa ni a dònde iba.
Lo de que era un alemàn atìpico lo digo porque segùn nos dijo estaba en paro y andaba buscando trabajo.
Y vosotros os preguntaréis: -Y que tiene eso de atìpico?- Probablemente nada pero era la primera vez que conocìa a un alemàn en paro y me resultò bastante curioso.
Comentò que andaba buscando a parte del trabajo una parcela de tierra para hacerse una casa traerse a su familia de Alemania.
A ser posible ,- me dijo- me gustarìa que tuviera bastante terreno cultivable porque "la huerta es muy importante".
La verdad es que no estuvo mucho tiempo en el convento. El pobre no debiò caer en gracia a los frailes a los que probablemente un alemàn en paro les sonò mucho màs raro que a mì.
Le dijeron que en tres dìas tenìa que irse aunque él consiguiò alargar ese plazo algùn dìa màs mientras buscaba donde quedarse.
Me dijo antes de marcharse que una amiga suya le habìa dejado una roulotte para que se quedase cuanto quisiera mientras encontraba trabajo.
Pensé que no lo iba a volver a ver hasta que un dìa me lo encontre en una estaciòn de autobuses cercana. Volvìa de buscar trabajo y aunque no lo habìa encontrado se le veìa muy contento de verme. Quizà porque podìa ser la primera cara conocida que veìa en todo el dìa y por eso me estuvo contando sus fallidas entrevistas de trabajo, y, antes de separarnos me regalò un cartòn de vino.
Desde entonces no he vuelto a saber de Gunter... hasta ayer cuando al abrir el correo electrònico veo un e-mail que dice:
Hola,
Yo soy el Alemàn.
Nosotros estado juntos en convento.
Yo trabajado en casa rural y luego en hotel. Ahora en Alemania en un colegio, pero mucho estress.
Un saludo
Friederich

Enseguida se me vino a la cabeza Gunter, también llamado Friederich y me alegré de que al final hubiese encontrado trabajo que era lo que querìa.